viernes, 26 de octubre de 2012

Marijo y los cambios por Tere

Aclaración: El Tai, a veces amigo mio, me dijo que mis datos eran muy burgueses, por lo que de aquí en adelante daré datos de picadas del centro.

Hace dos años salí con un protoabogado, bien buenmozo y que andaba terneado (me gusta esa palabra aunque sea poco elegante). Yo aún era universitaria, tenía todo el tiempo del mundo, y él era estudiante y procurador, por lo que había que hacer magia para vernos.

El delicioso plato de mi amigo Víctor.
Solíamos ir a almorzar al “Marijo”, que no estaba en Miraflores como hoy en día, sino en la pequeña calle Máximo Humbser, muy cerca al nuevo local. La comida era sencilla, sabrosa y de escala pequeña. Siempre tenían un plato vegetariano y bien elaborado. El local era chico y atendido por sus dueños. Hoy las cosas son distintas, ampliaron la escala. Tienen muchos comensales, se demoran en atender y no tanto en traer la comida. Hay un montón de mesas y garzones.

Hace unas tres semanas (un martes de crisis, porque el lunes veo el remplazante y sólo pienso en lo que se me viene el próximo año haciendo clases) fuimos con la Gabi -de la que ya le he hablado- y Víctor, mi nuevo mejor amigo del trabajo. El tema de conversación, por supuesto era ambiente escolar, aprendizaje, vulnerabilidad (mi palabra preferida) y la clásica pregunta ¿la realidad es como la serie?

Mientras yo preguntaba todo esto, pedíamos la comida. La carta la encontré bastante enredada; hay como cinco tipos de menú dependiendo del precio y de la calidad de la comida. Ese día pedí pastel de choclo, plato único a $3000; Víctor, carne con papas fritas(venía con ensalada, jugo natural de piña azucarado y postre). Todo por $3000. Y la Gabi pidió el menú del día ($2200).Un acierto, budín de atún con puré y con los agregados antes mencionados.

Los platos llegaron rápido. Todo perfecto hasta que probé mi pastel: estaba frío,  el pollo crudo y la pastelera fría. Le faltaba horno. Como últimamente no ando tan mañosa mandé a pedir que lo pusieran en el microondas y quedó perfecto. Por supuesto que mis ojos son más grandes que mi estómago (desde pequeña que me  lo han dicho) así que me comí un tercio del pastel, pero el resto, se lo comió Víctor.

Al final la experiencia no fue como recordaba, tal vez antes cuando era estudiante mi paladar de comida era menos riguroso o también puede ser que con la adultez se fue la gracia del lugar. Me inclino más por esta segunda opción. Aunque el otro día fui a darle una segunda oportunidad y el menú no me falló.

Where? Miraflores con Máximo Humbser
When? Sólo almuerzo (entre 12:30 y 16:00 hrs.)
How much? Máximo $3000 p/p con propina.

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