jueves, 13 de septiembre de 2012

Cómo me engañó la primavera, La Cocinería por Tere



El día en que amanecí en primavera –porque yo ilusa juraba que el 1 de septiembre era sinónimo de empezó el calors– me puse un vestido corto, pierna al descubierto, pelo recién lavado al viento y calzado veraniego.

Todo para el gran evento con mis amigas del trabajo, mi jefa y la alemana, una ingeniero comercial que vino a gestar un plan de desarrollo profesional para nuestros queridos profesionales de la oficina. Con la Gabi, mi jefa, la adoptamos y la sacamos a pasear cada cierto tiempo. Como las tres vivimos muy cerca, la llevamos a conocer barrios nuevos y a comer principalmente.

El sábado primaveral, en que yo caí en la tentación veraniega, fuimos a Alonso de Córdova con Vitacura. Ahí hay un pequeño restaurant que me encanta, La Cocinería. La decoración te transporta a la tranquilidad. Estilo provenzal, bien afrancesado y campestre.


agua y sol en la terraza!
Había ido antes con mi hermano, pero esta vez fue maravilloso porque el día nos acompañaba. Teníamos reserva en la terraza y llegamos a la hora. Pedimos unos pisco sour para celebrar nuestra reunión y un agua mineral. La alemana me acostumbró a pedir agua mineral sin gas independiente de lo que esté tomando, es como el básico de la comida, igual que el  little black dress de la moda.


Después de los pisco sour (que fueron bastante promedio) pedimos nuestro plato. Mis acompañantes pidieron un pastel de choclo hecho con carne mechada y un chupe de jaiva con camarones.Yo me las di de light y pedí una ensalada de mousse de cilantro con quínoa atomatada, queso fresco, tomate y palta.

Nunca he sido muy paciente (ya sé que debo cambiar esto porque el próximo año estaré haciendo clases a niños que claramente serán un reto para este defecto), pero esta vez no me importó esperar y fue largo el tiempo porque a la amable garzona que nos atendió se le olvidó que habíamos pedido, y tuvo que llegar 20 minutos después a reconocer esto frente a nuestra mesa. Yo pensé que la más afectada por esta situación sería la alemana, pero finalmente lo tomamos con humor y no nos dimos cuenta cuándo llegaron nuestros alimentos. Además, no había apuro.

Todo me gustó, pero si tuviera que darles medalla, la de oro se la lleva el pastel; textura suave, la carne en cocción en su punto, sabroso pino, casi perfecto porque le faltaba un poco de sal. La de plata, para el chupe, con bastante carne de jaiba, sobrada de cariño de camarones y poco relleno de pan. Mi ensalada se llevó una de bronce, casi pensando en no darle presea, porque me desilusionó el mousse. Yo me imaginaba una especie de flan formado, pero me llegó una ensalada de quínoa con un pasta de tomate, queso fresco, tomate y palta, todo muy bien presentado, con una salsa de cilantro encima. Le pregunté al mozo dónde estaba el mousse y me dijo que era esa salsa de cilantro que tenía encima. No tenía mal gusto, pero el plato dejó mucho que desear. Porque lo que yo esperaba de un mousse era algo bien distinto y no una salsa de cilantro con crema.



El pastel de oro
Finalmente no quisimos pedir postre para tomar un helado posteriormente, nos trajeron la cuenta y de regalo, por la espera, una gallinita de manjar blanco casero que aún no me como. Como estábamos cerca del Bicentenario, aprovechamos el sol para ir a pasear y también vitrinear en el camino.

Todo este adelanto primaveral me llevó a estar una semana en cama con amigdalitis aguda. Moraleja, la primavera llega cuando debe y eso es el 21 de septiembre.

Where? Av. Vitacura 3708, Vitacura. Teléfono (56 2) 933 5623

When? lunes a sábado, día y noche
How much? $11 mil por persona con propina incluida.

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